LUIS LÓPEZ CARMONA | OTRO MUCHACHO LUIS

M anizales se destaca por su cultura cafetera y su impresionante geografía montañosa, también es la ciudad donde nació una bebida de gran trascendencia en la historia regional: el ron. Y precisamente el Museo del Ron de Manizales, situado en el Bulevar Niza de Milán, es un espacio dedicado a preservar, divulgar y celebrar la tradición de los licores en Caldas, con especial énfasis en el reconocido Ron Viejo de Caldas, una de las marcas más emblemáticas de Caldas y de Colombia.

Uno de los principales enfoques del museo es la exhibición de botellas fabricadas por la Industria Licorera de Caldas (ILC) en las que han envasado el Ron Viejo de Caldas, un producto que ha representado a la región durante más de 50 años. Esta marca surgió en la región caldense como una respuesta a la necesidad de destilar una bebida de calidad superior que reflejara las particularidades del suelo y clima de la zona. El Ron Viejo de Caldas es conocido por su sabor suave y su proceso de añejamiento, que lo convierte en uno de los rones más apreciados a nivel nacional e internacional.

Orgullo regional

El Ron Viejo de Caldas destaca por ser una bebida que se obtiene a partir de la caña de azúcar cultivada en las montañas caldenses. Su proceso de producción es una mezcla de tradición e innovación, y su sabor se caracteriza por una dulzura equilibrada y una suavidad particular que lo hacen especial. A través del museo, los visitantes tienen la oportunidad de conocer de cerca cómo se destila este ron, el proceso de guardarlo en barricas de roble, y por qué es un referente de calidad. Esta bebida no solo es apreciada por su calidad, sino también por el significado cultural que tiene para Manizales y sus alrededores.

Proceso: un arte refinado

El museo no se limita a exponer solo la historia, sino que también ofrece una inmersión completa en el proceso de elaboración del ron. Desde la cosecha de la caña de azúcar hasta el proceso de destilación, fermentación y añejamiento, cada etapa es detalladamente explicada mediante exposiciones interactivas realizadas por Ramón Badía en compañía de un sommelier . Los visitantes pueden aprender sobre las técnicas tradicionales que se han perfeccionado a lo largo de los años y cómo estas se combinan con innovaciones tecnológicas para crear una bebida de calidad mundial.

El museo, además, pone especial énfasis en la maduración del ron. La añejadura en barricas de roble es una parte fundamental del proceso que le otorga su distintivo sabor y aroma. Esta fase se puede explorar a través de muestras sensoriales que permiten a los visitantes comprender de manera tangible cómo la interacción entre el ron y la madera influye en el perfil final de la bebida.

Un brindis por la tradición

Una de las características más destacadas del Museo del Ron de Manizales es su enfoque sensorial. Además de los aspectos históricos y educativos, el museo permite a los visitantes experimentar, de forma directa, el sabor y aroma del Ron Viejo de Caldas y otras variedades de licores producidos por la ILC. Mediante degustaciones guiadas, los asistentes pueden conocer las distintas gamas del ron caldense, desde los más jóvenes hasta los más añejos, aprendiendo a identificar las notas sutiles que los hacen únicos.

A través de esta experiencia, el museo también fomenta una cultura de apreciación y maridaje del ron con otros productos locales, elaboración de cocteles, entre otros, lo que enriquece aún más la vivencia para los turistas y residentes por igual.

Un tributo al ron caldense

Más allá de ser un homenaje al pasado, el Museo del Ron de Manizales también proyecta un futuro lleno de innovación para esta bebida. A través de sus iniciativas de divulgación, el museo fomenta la preservación de las tradiciones, a la vez que alienta la creación de nuevos productos y procesos que continúan posicionando esta marca de origen caldense a nivel nacional e internacional.

El futuro del Ron Viejo de Caldas está ligado al fortalecimiento de esta industria, que no solo genera empleo y desarrollo económico, sino que también refuerza la identidad cultural de Manizales y Caldas. El museo es un testimonio de ese legado y de las posibilidades que aún quedan por explorar en el mundo del ron.

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