LUIS LOPEZ CARMONA | OTRO MUCHACHO LUIS
M uchachos, y si hablamos de personajes de la Feria tenemos que nombrar a ‘Pesebrito’, este pequeño arriero que se ha convertido en el protagonista y en la sensación en el Monumento a los colonizadores. Un niño arriero encantador, espontáneo y divertido, que justamente con su conocimiento de la arriería ha convocado a multitud de personas que no han dudado en acercarse a escuchar su discurso y a pedirle una foto del recuerdo.
Así que conozcamos un poquito de ‘Pesebrito’.
Con sangre arriera
Juan Esteban Ocampo nació en Manizales y asegura que le encantan los pesebres y la navidad, y por eso se puso ‘Pesebrito’, para que lo identificaran así entre los arrieros. “A mí me dicen Juanito porque yo me siento como si me estuvieran regañando cuando me dicen Juan. Soy de Manizales, mi ciudad del alma y del corazón; desde pequeñito me ha gustado la cultura arriera. Tengo sangre arriera: mi abuelito era arriero, tengo un primo que es arriero y uno no sabe si más allá mi familia también era arriera. Me encanta lo que hago, por mí lo haría gratis, pero el arte vale”.
Agrega que su familia ha sido campesina y arriera, y que aparte de dedicarse a la arriería, estudia como lo hace todo niño.
Y como cada arriero guarda sus cosas en el carriel, ‘Pesebrito’ nos explica qué es lo que no puede faltar en el suyo, como el mechón de la mujer amada para las largas travesías de los arrieros en esos viajes a lomo de mula y con lo que pueden recordar a esas mujeres que quedan en casa a la espera del regreso de los arrieros.
“El tabaquito fue muy útil en aquella época que la arriería estaba de moda porque el tabaco servía para medida las distancias. Un ejemplo, yo me gasto tabaco y medio de Manizales hasta Neira”, referencia ‘Pesebrito’ acerca de este producto popular en los arrieros.
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También muestra que lleva una barbera con mango de cacho para afeitarse; una candela para encender el tabaco, prender la fogata donde deba pasar la noche, o quemar un hilo de alguna prenda y seguir su camino luciendo impecables; la perica para herrar a las mulas y pulir los cascos de las patas y evitar que se maltraten en los caminos empedrados.
Además la cabuya y aguja de arrea, esta última usada por los arrieros para coser costales de carga en los que se transportan los productos agrícolas. “Nosotros cargamos dos agujas: la capotera y la de arrrea. La capotera es muy delgada y la usamos para cosas sencillas, la otra es más gruesa y más larga”, explica ‘Pesebrito’.
En sus travesías, los arrieros también sacan tiempo para la diversión y el entretenimiento, y por eso llevan naipe y dados para jugar, y totuma para servir el aguardiente que le da la impulso para continuar el camino, calentar el cuerpo y “mojar la palabra”.
Tengo sangre arriera: mi abuelito era arriero, tengo un primo que es arriero y uno no sabe si más allá mi familia también era arriera. Me encanta lo que hago, por mí lo haría gratis, pero el arte vale.
Juan Esteban Ocampo
Vocación
Y ‘Pesebrito’ se siente tan orgulloso de la cultura arriera que se puede quedar hablando por largo tiempo de los elementos que usan los arrieros, del traje típico, de los tipos de mulas, mencionar dichos y refranes populares en medio de sus explicaciones. Se le nota la pasión y el discurso le fluye, tanto que cada vez llegan más personas a escucharlo con atención porque habla con desparpajo y causa diversión.
“Invito a todos para que vengan a este Monumento de los Colonizadores tan bello, que cuenta la historia por lo que pasaron nuestros ancestros, también nos van a encontrar a nosotros, van a aprender más de nuestra cultura arriera, cafetera, colombiana, montañera… y a tomarse un cafecito que es el más rico de Colombia. Muchas gracias por escucharme y hasta que vengan”, enfatiza ‘Pesebrito’.
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